Dicen que a los jóvenes solo les preocupa tener dinero para poder beber y consumir tabaco o drogas, esperar que llegue el fin de semana para poder salir de fiesta y ya de paso si vuelves con una chica mejor que mejor. Pero yo como joven tengo que decir que no todos los jóvenes son así. Claro que hay jóvenes que piensan lo que acabo de relatar, pero no por ellos nos tienen que meter en el mismo saco.
A lo largo del año hay claros ejemplos de una juventud buena, que sabe lo que hace y busca solucionar problemas de la sociedad, pero hoy en día eso no vende, vende mucho más el consumo de drogas o los comas etílicos que ha podido haber en el último fin de semana. Y ahora voy a relatar tres historias que demuestran que los jóvenes se preocupan por más cosas que lo anteriormente relatado.

Este verano tuve la oportunidad de estar durante 15 días en el centro de discapacitados profundos Juan Pablo II en Fátima (Portugal). Durante esa estancia nos dedicábamos a dar de comer, limpiar y ayudar a lo que los discapacitados necesitasen durante 8 horas diarias, dejando de lado nuestras vacaciones de verano. Sí dejando fiestas, la playa o crecer profesionalmente. Pero no me arrepiento de nada de lo que dejé junto a un grupo de amigos porque como personas hemos crecido mucho. Quién sabe puede ser que en unos años tengamos que cuidar de nuestros padres o hermanos mayores. Después de este viaje me quedo aun más claro que la felicidad esta en dar no en recibir. Una sonrisa de cualquiera de esos enfermos bastaba para sentirnos agradecidos por lo que estábamos haciendo.

Con estas experiencias lo único que pretendo mostrar es que no todos los jóvenes son como intentan mostrar los medios de comunicación, aun quedan jóvenes con valores que buscan ayudar a los demás y olvidarse un poco de nosotros mismos. Pero esto no es incompatible con salir de fiesta o otras cosas que si no se hacen en la justa medida son malas para la juventud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario